Hoy es viernes así que toca compartir con vosotros en Cocinar con Degusta Jaén una deliciosa receta elaborada con productos de la provincia de Jaén, en este caso con Morcilla de la Abuela Laura, uno de los productos de Degusta Jaén que tiene la marca Degusta Jaén Calidad.
La Abuela Laura es una empresa familiar creada por dos hermanas de Frailes, Mª Carmen y Laura, en el año 2011. Tenían las recetas de los embutidos de su abuela Laura en un cajón y tras realizar unos talleres de formación decidieron montar la empresa. Elaboran de forma totalmente artesanal y natural cada uno de sus productos, con las recetas de la abuela Laura, recetas hasta ahora secretas con más de un siglo.
Cuidada selección de los ingredientes de sus embutidos, procedentes todos ellos de la Sierra Sur, cerdo blanco criado la comarca, donde además se da el clima perfecto para la curación de sus embutidos. Son productos de alta calidad, sin conservantes químicos añadidos.
La morcilla de la abuela Laura, es una morcilla hecha al estilo tradicional, utilizando en su elaboración cebolla de la huerta de Frailes y manteca ibérica picada a mano. Si su abuela viera que sus morcillas se venden en Internet para toda España no daría crédito…
Crujientes de morcilla y manzana
Ingredientes
- 1 morcilla de La abuela Laura
- 1 manzana
- Pasta filo
- Huevo batido
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Pelamos la manzana, picamos y ponemos en una sartén tapada, dejamos que se cocine a fuego muy suave, si veis que se os pega, podéis añadirle un poco de agua. Cuando la manzana esté cocida, incorporamos la morcilla a la que le hemos quitado la tripa, subimos el fuego y cocinamos, sin dejar de remover, para que todo se mezcle bien. Dejamos que se enfríe un poco.
Extendemos las hojas de pasta filo, con un cuchillo cortamos todas las hojas, una tira de unos 8 cm de anchura, el resto lo volvemos a guardar en el frigorífico para evitar que se sequen. En la parte inferior de cada tira ponemos un poco de manzana y morcilla y doblamos hacía dentro formando un triángulo, y luego doblamos de nuevo, así hasta terminar, cuando ya nos quede sólo un trozo lo pincelamos ligeramente con huevo batido para que se pegue bien y no se abra. Seguro que son estas imágenes podéis entender mejor cómo darle forma a estos crujientes de morcilla.
Una vez que tenemos todos listos, freímos en abundante aceite de oliva virgen extra hasta que estén dorados, sacamos y dejamos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de grasa y servimos. Por cierto, que si queréis también podéis hornearlos, 180 º C calor circular o 200º con calor arriba y abajo, horno precalentado, hasta que estén dorados.
¿Os apetecen unos crujientes de morcilla de La abuela Laura?