Dos hermanas emprendedoras que han desarrollado el negocio ganadero de sus maridos. Juana y María Torres son el alma mater de "Cortijo Carbonerillos", la empresa que recibe el nombre de la finca donde pastan las más de 400 cabras que producen la leche de sus quesos. En un clima singular, con inviernos fríos y veranos frescos, los pastos de Valdepeñas de Jaén proporcionan a la leche de las cabras de esta familia, de la raza granadina-malagueña, ese sabor natural, de una alimentación sana alejada de los piensos industriales.

María y Juana aprovecharon un curso de elaboración artesana de quesos que el Ayuntamiento de su localidad puso en marcha para aprovechar el valor añadido de la producción de su cabaña ganadera. Se animaron a emprender y desde hace poco tiempo ya son empresarias. Los vecinos de la localidad ya han dado el visto bueno cum laude a sus productos, sanos, saludables y muy lejos de otros que se comercializan con conservantes. La razón de su éxito está en el concepto de trazabilidad. Los quesos de "Cortijo Carbonerillos" no salen de las manos de la familia en su producción: desde la alimentación de sus cabras hasta su leche, pasando por la elaboración del queso en su propia fábrica es cien por cien propia, no hay terceros implicados. Conocen desde el primer hasta el último detalle de su producto. Ello, de cara al consumidor, es un signo inequívoco de calidad y seguridad. Sus naves ganaderas tienen capacidad para atender y criar 1.000 ejemplares. Su expansión está garantizada.