No hace falta poner adjetivos al esfuerzo emprendedor de José Luis Becedillas y su equipo, alma de Aguas Sierra Cazorla, ejemplo de innovación en un sector, el del agua embotellada, de gran competitividad y donde se codea de tú a tú con las grandes marcas. En el corazón del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas se localiza la materia prima de calidad con la que trabaja Aguas Sierra Cazorla. Es el origen de este agua lo que convierte en únicos a sus productos que han ganado en estos años en innovación (como demuestran sus bebidas funcionales), calidad, diseño (con una cuidada presentación que convierte a sus botellas en auténticas piezas quasi de colección) y sin renunciar a ser productos asequibles a cualquier bolsillo.

Declarada Reserva de la Biosfera en 1983, la zona en la que se localiza el manantial de Aguas Sierra Cazorla está alejada de cualquier manejo agrícola, la transformación del terreno por la mano del hombre no existe y, por tanto, la calidad del agua que esta firma envasa ya es excelente de por sí. Pero este manantial es algo más: un agua de mineralización débil, de composición única, un trago de salud y de buen hacer del que no todos en el mercado actual pueden presumir como demuestra el valor que su producto alcanza para consumidores de Europa, América y los países árabes. Ligada a grandes eventos deportivos y acontecimientos sociales, Aguas Sierra de Cazorla sigue siendo, a pesar de sus extraordinarios cambios estéticos en la presentación de su producto, solamente agua de la mejor calidad. Nada más y nada menos.