En una provincia como la de Jaén, de cuidada gastronomía, Productos La Real Carolina ha elevado a delicatesen muchas de las recetas más tradicionales de los municipios jiennenses, especialmente aquellas vinculadas a la actividad cinegética. Su primer producto valorado más allá de las fronteras de la provincia fue el paté de perdiz, alumbrado por José María Rodríguez, el alma de la que inicialmente partió La Real Carolina, pero esta empresa en manos de jóvenes emprendedores ha conseguido convertir en gourmet al alcance de todos los bolsillos y localizables en grandes cadenas de la alimentación al mismo tiempo que en tiendas selectas una treintena de referencias que consiguen dejar la alta cocina en manos de cualquier hogar. Desde las confituras a los elaborados de ciervo o la omnipresencia del aceite de oliva, una sinfonía de sabores se esconde tras las tarrinas y bolsitas de cuidada estética de sus productos.

Para cumplir con esos compromisos, la empresa cuenta con unas instalaciones punteras en la localidad de La Carolina, geográficamente muy bien situada. En ellas, se combinan los procesos artesanales de elaboración con la tecnología aplicada a la producción. Los productos de la firma se siguen elaborando sin aditivos y conservantes artificiales, un plus en la excelencia que ya tienen. Su próximo paso, abrirse camino en el mercado internacional.